Sábado 5 de Noviembre de 2022.
Hoy ha sido el mejor día de todos, aunque el viaje entero no tiene desperdicio. Hemos empezado en El Monte de los Olivos, para ver lo primero el Jardín de Getsemaní que es el lugar donde se cree que Jesús fue apresado antes de morir en la cruz. El jardín es pequeño y está repleto de olivos, tres de ellos con más de 2000 años de antigüedad.
Después hemos visto la Iglesia de la Agonía.
Y a continuación la Tumba de María que se encuentra en una gruta bastante profunda.
Y ahora ya vamos a la Vía Dolorosa. La Vía Dolorosa nace al este de Jerusalén, cerca de la Puerta de los Leones, y llega hasta el Santo Sepulcro. Se trata de una larga calle de la época romana por la que pasan cada día miles de peregrinos, turistas y gente local. Los gritos de los vendedores del bazar se entremezclan con los cánticos y oraciones de los fieles en la calle más sagrada de Jerusalén. Es alucinante, increíble, brutal. Es lo que me esperaba y más. Gente rezando y cantando por la calle. Se pueden alquilar cruces y hacer el Via Crucis completo. Llenísimo de gente.
La Biblia relata cómo Jesucristo recorrió este icónico camino empedrado portando la cruz, desde que Poncio Pilato lo juzgara en la antigua Fortaleza Antonia hasta el Santo Sepulcro. Siguiendo los pasos de Jesús en sus últimos momentos, miles de peregrinos recorren estas calles deteniéndose en las estaciones más importantes de la Vía Dolorosa.
La Vía Dolorosa se divide en 14 estaciones que simbolizan cada uno de los momentos clave de la Pasión de Cristo. Las llamadas “nueve estaciones de la cruz” están en el exterior, mientras que las cinco restantes discurren por el interior del Santo Sepulcro. En muchas de estas paradas de la Vía Dolorosa se han construido iglesias y capillas que rememoran cada momento.
Todas y cada una de las estaciones de la Vía Dolorosa están señaladas con placas de metal. Son fácilmente localizables y llevan inscritas el número correspondiente a cada estación.
Estas son las estaciones más famosas del Vía Crucis:
La condena: Estaciones I y II. La primera estación del Vía Crucis marca el juicio de Poncio Pilato a Jesús, seguido de la corona de espinas y los azotes, que dan nombre a la Iglesia de la Flagelación. En la segunda estación se encuentra la Iglesia de la Condenación, donde Cristo fue obligado a llevar la cruz.
Primera Estación: Escuela Islámica
Segunda Estación: Iglesia de la Flagelación
Las caídas de Jesús: Estaciones III, VII y IX. Durante el camino que siguió Jesús llevando la cruz, cayó al suelo en tres ocasiones. En cada estación hay capillas e iglesias donde los fieles se detienen a rezar y recordar estos momentos.
Tercera Estación: Iglesia Católica Armenia
Séptima Estación
Novena Estación
Los encuentros: Estaciones IV, V, VI y VIII. Los evangelios relatan que, a lo largo de su angosto camino, Jesús se detuvo con varias personas. La estación IV representa el encuentro con su madre, la estación V marca el momento en el que Simón le ayuda a llevar la cruz, la estación VI simboliza el momento en que Verónica le seca la cara y la estación VIII representa a Jesús consolando a las mujeres de Jerusalén.
Cuarta Estación
Quinta Estación. Simón Cirineo ayuda a Jesús con su cruz
Sexta Estación
Octava Estación con la Cruz Latina
Muerte y crucifixión: Estaciones X, XI, XII, XIII y XIV. Las últimas cuatro estaciones del Vía Crucis se encuentran dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro y representan el momento en que Jesús es despojado de sus ropas, su crucifixión, su muerte, el bajado de la cruz y el entierro.
Después la joya, la Iglesia del Santo Sepulcro. La iglesia más importante de la cristiandad se encuentra dentro de la madeja de zocos y callejuelas que marcan el límite de los barrios cristiano y musulmán. Construida donde, según la tradición cristiana, estaba el monte Gólgota, llamado Calvario en la Biblia.
En el siglo IV d.C., el emperador Constantino envió a su madre, Elena, a Tierra Santa, con el objetivo de encontrar la Vera Cruz de Jesús. En su búsqueda de las reliquias de Cristo, la mujer encontró evidencias de la ubicación del Monte Calvario o Gólgota, donde tuvo lugar la crucifixión del nazareno. Demolió el templo romano que coronaba el monte, cavó hasta encontrar varias tumbas judías excavadas en piedra y mandó construir un templo en lo que consideró la tumba de Jesús. Durante los dos mil años siguientes, este templo cristiano fue ampliado, destruido y restaurado varias veces hasta convertirse en la hermosa basílica que es hoy en día.
En la actualidad, seis comunidades cristianas diferentes custodian el Santo Sepulcro: griegos, armenios, etíopes, sirios, coptos y franciscanos. Aunque la interacción entre ellos es casi nula, la mezcla de vestimentas, rituales y cánticos de cada grupo hace del Santo Sepulcro un lugar muy especial para todos los visitantes, sin importar sus creencias.
Estos son los tres lugares imprescindibles que ver en la Basílica del Santo Sepulcro:
La Piedra de la Unción: En la entrada principal de la basílica reposa la famosa piedra donde, según los evangelios, Jesús fue ungido antes de ser sepultado. Cada día, cientos de fieles de todas partes del mundo se amontonan alrededor de la piedra esperando su turno para arrodillarse y besar esta reliquia.
Monte Calvario: A la derecha de la Piedra de la Unción, unas escaleras de piedra conducen a una sala elevada, que representa el Monte Gólgota donde Jesús fue crucificado. La gran roca donde todo sucedió está protegida por un cristal y es muy venerada por los cristianos.
El Edículo: La tumba de Jesús. El gran mausoleo de mármol que corona la nave circular de la basílica es el principal atractivo del Santo Sepulcro. Las colas para entrar en esta pequeña capilla pueden llegar a ser infinitas, por lo que os recomendamos llegar a primera hora. En el venerado lecho mortuorio solo caben cuatro o cinco personas.
Aquí cada hora suenan las campanas y es un estruendo ensordecedor. Más gente que en la guerra pero merece la pena.
A partir de aquí hemos callejeado por los barrios Cristiano y Judio. Este último en Shabbat está vacío.
Y llegando al Muro de las Lamentaciones, que hoy nada de fotos, nos hemos encontrado con la panorámica de la Explanada de las Mezquitas, que encima el día estaba perfecto.
Conocida con el nombre de Al-Haram ash-Sharif (Noble Santuario) por los musulmanes y como Har HaBayit (Monte del Templo) por los judíos, la explanada de las mezquitas es uno de los lugares sagrados más disputados del planeta.
Dos de las religiones más importantes del mundo, el islam y el judaísmo, consideran la Explanada de las Mezquitas como el centro del mundo, el lugar donde todo comenzó. Estas dos religiones coinciden en señalar una gran roca que sobresalía del Monte Moriah como la Piedra Fundacional. Hoy en día, la Piedra Fundacional permanece en el interior de la Cúpula de la Roca.
Se trata de una roca doblemente sagrada para los musulmanes, que afirman que fue allí donde Abraham se dispuso a sacrificar a su hijo y donde Mahoma ascendió a los cielos. Para los judíos, en cambio, la importancia de la piedra reside en que señala el lugar elegido por el rey Salomón para construir el Primer Templo, que guardaba la venerada Arca de la Alianza.
Dentro de la Explanada don maravillas:
La Cúpula de la Roca. También conocida como Dome of the Rock o Mezquita de Umar, la Cúpula de la Roca es uno de los monumentos más importantes de Jerusalén y sin duda el más llamativo de toda la Ciudad Vieja.
Después de la Cúpula de la Roca, el monumento más importante que ver en el Monte del Templo es la Mezquita Al-Aqsa, construida en el siglo VIII sobre las ruinas del Primer Templo de Jerusalén. Su nombre significa “la mezquita lejana” y es la más grande de la Ciudad Santa, con capacidad para 5.000 fieles.
En la colina sur de la Ciudad Vieja de Jerusalén se encuentra el llamado Monte Sión.
Los puntos más importantes son:
La Sala de la Última Cena. Considerada otro de los lugares importantes de la cristiandad probablemente la sala no fue testigo directo de la Última cena. Sin embargo, sí que debió acoger reuniones de los discípulos. Tras subir una escalera se llega a un atrio donde se encuentra la estancia de la Última Cena.
La Tumba del Rey David. Aunque no está comprobada la autenticidad del lugar, la Tumba del Rey David es a día de hoy un lugar sagrado para los judíos. En el interior del edificio donde se encuentra la tumba hay una gran sala dividida en dos zonas, una para los hombres y otra para las mujeres. Ambas secciones conducen directamente a la tumba de David. No dejan hacer fotos.
Hemos acabado el día en el Museo de Israel donde se encuentra la maqueta del Jerusalén antiguo.
Y por supuesto los Rollos Del Mar Muerto. Que solo se pueden hacer fotos del edificio.
Maravilla de las maravillas, la ciudad vieja de Jerusalén. Es para venirse de domingo a viernes. El sábado es un rollo.
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