Lunes 31 de Octubre de 2022.
Hoy nos hemos pegado el gran madrugón, nos recogían en nuestro hotel a las 6:50, y hemos puesto rumbo a Masada. Hemos tardado bastante en llegar porque, aunque las carreteras son buenas, hay grandes atascos primero a la salida de Tel Aviv y después al paso por Jerusalén. De momento todo lo que hemos visto por el camino es moderno, y a partir de Jerusalén que está en el centro es todo desierto.
En el camino campamentos de beduinos y algún que otro rebaño de cabras.
Por fin hemos llegado a Masada que está en todo lo alto, y francamente es un entorno espectacular.
Panorámica desde Masada con el Mar Muerto al fondo
Masada en hebreo significa fortaleza. Durante mucho tiempo, esta gran residencia palaciega construida en medio del desierto fue el refugio de Herodes y de un grupo de resistencia judío. Hoy en día, el yacimiento arqueológico de Masada se ha convertido en una de las atracciones turísticas más importantes de Israel y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Alrededor del año 40 a.C., el rey Herodes el Grande decidió construir una gran fortaleza en el desierto de Judea para poder escapar si sus enemigos lo atacaban. No contento con levantar su refugio en medio de la nada, decidió hacerlo en la cumbre de una montaña a 450 metros sobre el nivel del mar.
La construcción de Masada supuso todo un desafío para la época. Los ingenieros del reino crearon almacenes que permitían conservar los alimentos durante años y diseñaron un sistema de canalización para retener el agua de las escasas lluvias del desierto. Paseando por el yacimiento arqueológico es posible ver los restos de los almacenes, la torre de vigía, los tres palacios escalonados y los baños romanos.
En el año 70 d.C., el Imperio romano conquistó Jerusalén y solo unos mil judíos lograron huir y refugiarse en la antigua fortaleza del rey Herodes. Aquí construyeron una sinagoga y un mikve, se dedicaron al cultivo y al ganado y crearon una ciudadela autosuficiente. Sin embargo, los romanos encontraron su escondite tres años después. Dispuestos a conquistarlo, sitiaron la fortaleza y levantaron en la zona ocho campamentos romanos, todavía visibles hoy en día.
Restos de uno de los campamentos romanos
Tras varios meses de asedio, los romanos decidieron atacar. Los líderes judíos, al ver cómo los legionarios construían una gran rampa, se reunieron y acordaron no sucumbir ante la conquista romana, y eligieron morir antes que convertirse en esclavos. Como el suicidio era el peor de los pecados, decidieron que cada líder matara a su propia familia y echaron a suertes quién sería el último, el encargado de matar a los demás. Cuando los romanos alcanzaron la cima de Masada, encontraron 960 cadáveres e infinidad de comida, lo que demostraba que los judíos habían elegido morir. En el yacimiento arqueológico de Masada se han encontrado doce piezas de arcilla con el nombre de los líderes judíos que disputaron su destino.
La forma más cómoda de subir a Masada es en teleférico, que es lo que hemos hecho, yo acurrucada en un rincón porque me da mucho vértigo. Se puede subir a pie por el sendero de las serpientes. Aunque en este camino no hay ningún reptil, se trata de un tramo muy empinado que suele llevar una hora de caminata aproximadamente.
Maqueta de la fortaleza
Desde el primer momento que se entra en el recinto de Masada varios paneles informativos muestran el recorrido que se debe seguir. Además, hay varios miradores en la fortaleza con las mejores vistas del impresionante Mar Muerto.
En el paseo por las ruinas se encuentran también varios mosaicos antiguos y diversos murales pintados que formaban parte de los baños romanos, construidos tras la conquista de Masada.
Mosaicos de los baños romanos
Pero la visita estrella del sitio arqueológico es, sin duda, el Palacio del Rey Herodes. Situado en un extremo de la Fortaleza, se trataba de la edificación más lujosa de todo el complejo y estaba construida en tres niveles.
Después hemos comido, es carísimo todo, por cierto, y nos hemos dirigido al Mar Muerto. A mi particularmente me parece que desde Jordania es mejor. Aquí te llevan a un sitio muy turístico con mucho pelaje.
Después ya de vuelta a Tel Aviv que como anochece a las 17:30, pues claro hemos llegado a las 20:00 al hotel y ya muy oscuro. Atascazo de nuevo y luego en Tel Aviv hemos dado muchas vueltas dejando a cada grupo de pasajeros en su hotel.
Hemos ido directamente al restaurante, hemos cenado y cada mochuelo a su olivo como decía mi madre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario